Debbie Rowe, la exmujer de Michael Jackson y madre de sus dos hijos mayores asegura que Jackson tenía «una tolerancia muy baja al dolor» y que los médicos se aprovecharon de él.
Rowe, quien trabajaba como enfermera cuando conoció a Jackson en los años 80, explicó que los doctores «parecían competir» para ver quién era capaz de darle el analgésico más fuerte al artista, quien comenzó a tomar propofol después del accidente ocurrido en 1984 cuando rodaba un anuncio para una marca de refrescos, en el que se le quemó el cuero cabelludo.
«Michael tenía una tolerancia muy baja al dolor. Su temor a sentir dolor era increíble y creo que los médicos se aprovecharon de él en ese sentido«, comentó Rowe.
El testimonio de Rowe se produjo en el largo juicio que enfrenta a la madre del ‘rey del pop’, Katherine Jackson, con la promotora de conciertos AEG Live.
Michael Jackson falleció en junio de 2009 por una sobredosis de fármacos, principalmente de propofol, sustancia que le administró el médico Conrad Murray, que fue condenado a 4 años de cárcel por homicidio involuntario.
Jackson y Rowe contrajeron matrimonio en 1996 y se divorciaron tres años más tarde.